Es ese tipo de perros que te llevas a casa y se convierte en la mascota amada por todo el vecindario.
Hace sus trastadas, pero tiene su encanto. No es una maravilla, pero tiene esa inocente maldad que con la que pasar un buen rato.
No se le puede pedir mucho más a la película, tiene al sargento de Rambo y a su perro, algo que tiene todo el sentido del mundo.
Tiene al perro del infierno.