Interesante, arriesgada, misteriosa, intrigante, irregular, floja, contundente, chapucera y obra menor entre los trabajos del maestro, Dario Argento que no consigue resultar completamente satisfactorio.
Comienzo prometedor que engancha, con un asesino que quiere jugar la vida de sus victimas al póquer con la policía. Si te gustan los juegos de cartas ya tienes un incentivo, junto con el hecho de descubrir al asesino. Las partidas generan tensión e interés por la partida y por la vida que esta en juego. Lamentablemente llega un punto que resulta monótono, quitando algún que otro punto de alguna de ellas. La investigación policial mantiene el interés del conjunto, aunque recuerda mucho a cosas vistas anteriormente. Algunas escenas resultan pobres e inverosímiles, donde incluyo el desenlace, que me ha parecido que está fuera de toda lógica.