Tiene un comienzo prometedor, con el empleo del blanco y negro cuidado, lamentablemente ya la presentación de los títulos de crédito, hacen pensar que nos encontramos a una película producida por la televisión.
Con la firma de Joel Schumacher, director del que guardas grato recuerdo por títulos como Última llamada, Tiempo de matar o Asesinato en 8 mm. Pero en esta ocasión creo que se embarca en un viaje a los infiernos del cine de baja calidad. A pesar de que pueda parecer que tiene efectos especiales a la altura, y alguna secuencia que otra lograda. No consiguen elevar la calidad del conjunto, que se ve muy mermado por un argumento un tanto fuera de toda lógica. Me explico, no entiendo como uno de los protagonistas después de haber sido sometido a todo tipo de maldades, después de estar desaparecido dos años. Lo único que tiene en mente es volver al lugar de los hechos para vengarse. Es una cosa que me costo entender, a parte de la celeridad con la que se desarrolla todo.
Tiene la colaboración de un par de rostros conocidos, vistos en X men y Prision Breack, pero que no da la sensación de que no creen en lo que están haciendo.
Recalcar de forma positiva una secuencia con el ataque de un caballo y como punto negativo importante, los comportamientos absurdos de los protagonistas, incluyendo al malo.