Película hecha por y para Jackie Chan, fiel a su estilo de cine, combina acción y humor en un relato de espionaje ligero.

El argumento no da para mucho, no resulta convincente y muchas de las situaciones, junto con su desarrollo, resultan forzadas.

Destaca el tono de humor del conjunto, haciendo que el relato de espionaje, no tenga mucho sentido, pero que tampoco sea algo relevante.

Aparecen las habituales peleas de las películas de Jackie Chan, que ya no se complica mucho para interpretar su papel y se convierte en un personaje más de la película, ya que el personaje que interpreta, se llama como el propio actor.

Algunas de las secuencias de acción carecen de originalidad y las coreografías, parecen creadas por los habituales colaboradores de Jackie Chan, a pesar de todo hay una escena que protagoniza Jackie Chan como dios le trajo al mundo, llena de ingenio, el resto, es lo de siempre.

Tiene merito la capacidad de Jackie Chan para hacer algunas secuencias, que para más de un jovenzuelo resultan complicadas y que el actor a su edad, realiza con la flexibilidad y agilidad de un niño.

En el aspecto interpretativo, digamos que Jackie Chan lo mejor que sabe hacer es dar golpes y patadas, haciendo muecas, pero nada más. Fuerza los gestos para hacer gracia y obtiene el resultado opuesto.

Cine de entretenimiento banal, ligero y por momentos absurdo, que únicamente sirve para el lucimiento de su estrella principal.