Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valladolid
Voto de noe:
8
Drama. Comedia Warren Schmidt (Jack Nicholson) se acaba de jubilar y se siente completamente desorientado. Además, no puede soportar la idea de que su única hija (Hope Davis) se case con un necio. Por si esto fuera poco, su mujer muere repentinamente. Tratando de darle algún sentido a su vida, decide emprender un viaje en busca de sus raíces. Después de cruzar el estado de Nebraska en caravana, llega a Denver, la ciudad donde vive su hija. Tras ... [+]
23 de septiembre de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué es lo que queda cuando todo a lo que habías dedicado tu vida acaba?, ¿cómo te sientes cuando te das cuenta de que has dejado de ser útil?, ¿qué haces cuando piensas que estás al borde de la muerte y sientes que no has dejado huella? Alexander Payne plantea estas cuestiones en A propósito de Schmidt (About Schmidt, 2002), película que se llevó el Globo de Oro al mejor actor y al mejor guión en 2003.


El desgraciado personaje que coloca Payne ante estas reflexiones es Warren Schmidt. Warren se acaba de jubilar como vicepresidente adjunto de una empresa de seguros. Su única y adorada hija, Jeannie, tiene su propia vida a unos cuantos kilómetros de distancia y está a punto de casarse con un tipo al que Warren considera no digno de ser admitido en su familia. Su esposa, a la que soporta a duras penas, fallece repentinamente, y deja a Warren sin su principal cuidadora. Warren se siente inútil, perdido; su vida no tiene sentido y la va gastando poco a poco tirado en su sofá, viendo la tele rodeado de restos de comida, completamente solo. Sin embargo, hay algo que mantiene a Warren en pie: las cartas que envía a un niño al que acaba de apadrinar. En ellas expresa sus sentimientos, se desahoga, narra sus peripecias proporcionándolas algo más de vida de la que tienen realmente. Warren encuentra en las cartas que envía a Ndugu, el niño apadrinado, una tirita para su soledad, para su vacío existencial, y un empujoncito para volver a sentirse importante.
Payne tiene esa habilidad de contar historias tristes y deprimentes con unos brillantes toques de humor que convierten sus películas en comedia y drama a la vez. Lo hace con su posterior trabajo Entre copas, la historia de otro infeliz, y lo hace de forma verosímil, quizás porque sabe que la vida siempre está mezclada por tintes cómicos y dramáticos. A propósito de Schmidt no hace uso de un humor que provoca una carcajada, pero mantiene elevada la comisura de los labios, aunque en muchas ocasiones sea provocado por la compasión que provoca sus personajes.
Payne presenta unos personajes cuya principal característica es su humanidad. Su imperfección es totalmente humana, también su patetismo y su gracia, simple y cotidiana. Y esto es lo que engancha de A propósito de Schmidt.

A pesar de la indudable valía del guión y del desarrollo de la historia, que contiene pocos diálogos pero que mantiene el ritmo en todo momento, a pesar de la formidable construcción de los personajes; hay que reconocer que A propósito de Schmidt tiene la calidad que tiene gracias al señor Nicholson. Es brillante su interpretación, los matices que adquiere su personaje, al que convierte en un cascarrabias indeseable que despierta sentimientos de compasión, ¡e incluso de ternura! en el espectador. Warren parece estar hecho para Jack. Sus gestos, sus movimientos, su ceja levantada… Jack enriquece no solo al personaje, sino a la película en sí, que no sería la misma sin él.
noe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow