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España España · España
Voto de Polimnia:
2
Comedia. Romance Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) son dos jóvenes norteamericanas que van a Barcelona a pasar unas vacaciones de verano. Vicky es sensible, racional y tiene intención de casarse; Cristina es apasionada y busca aventuras emocionantes; en realidad, no sabe muy bien lo que quiere, pero sabe perfectamente lo que no quiere. En Barcelona, ambas se ven envueltas en una relación poco convencional con Juan Antonio (Javier ... [+]
26 de septiembre de 2014
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"Vicky, Cristina, Barcelona" (Woody Allen, 2008) tiene un argumento excelente. Dos turistas estadounidenses, Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) llegan a Barcelona para pasar el verano, por distintas causas y con diferentes objetivos. Tal y como nos relata a lo largo de la película una anacrónica voz en off (Christopher Evan Welch) las dos amigas son muy diferentes entre sí, aunque puede que no tanto. Las dos desean vivir, tan solo que una, aún no lo sabe.

La construcción de los personajes que integran el reparto es terriblemente endeble y de un maniqueísmo tremendo para un director que ha firmado guiones esplendorosos, antes del declive actual, como los de "Interiores" (1978), "Hannah y sus hermanas" (1986), y la que, en mi opinión es la película cumbre de Woody Allen, "Delitos y faltas" (1989).

Cristina es un intento, en atractivo y en moderno, pero en hueco, de ser Joey (Mary Beth Hurt) de "Interiores". Es una grandísima aficionada al arte, y alberga en sí misma su germen, pero la siembra parece no querer llegar nunca. Por ello, se frustra encaprichándose de proyectos infructuosos con la misma ligereza y superficialidad como le ocurre con los hombres. Joey encontrará finalmente su cauce artístico, y no insistiremos en el biografismo que ello implica en este personaje, pero podrá extraer y extraerse de sí misma. Sí, de acuerdo, Cristina se volverá poeta y fotógrafa, pero no alcanzará la trascendencia de los personajes bergmanguianos, será una veleidad más en su lista de cosas que me gustan.

Vicky: la brillante estudiante, la perfecta hija, la novia ideal, pero que había transcurrido toda su vida eludiéndose. ¡Qué casualidad que en el verano barcelonés se producirá la anagnórisis! ¿Qué podría molestar de un personaje que representa una mujer normal, inteligente, sensata, prudente, analítica e incluso difícil? Que Allen la presenta como una infeliz, que Allen cae en la tremenda estupidez de dirigir la mirada del espectador. Cristina, a pesar de ser una eterna adolescente que para vivir románticamente arriesga su salud, será la feliz, la vitalista, la que viva plenamente, y la que viva bien. Vicky será una ciudadana media, volcada en sus estudios, que establece un compromiso, desde luego, cobarde; pero solamente por el hecho de no compartir la inconsciencia de su amiga, será vista como una burguesa gris condenada de por vida a la hipocresía y el aburrimiento.

Ciertamente, el personaje de Cristina es mucho más positivo que el de Vicky en el sentido de la sinceridad y la honestidad con uno mismo. Pero, ¿por qué no nos ha descubierto Allen la mujer que era Vicky, más allá de su faceta de estudiante, madre protectora de Cristina y novia mojigata? ¿Por qué no vemos tan solo que tenía miedo? ¿Y las causas de este? ¿Por qué Vicky debía ser un personaje tan mediocre? ¿Por qué no decir que Vicky y Rebecca Hall eran la única esperanza genuina que podía tener Vicky, Cristina, Barcelona —aunque al mencionar esta película solo se piense en Johansson y Bardem—? ¿Por qué ser Cristina es mejor? ¿A qué precio? Basta ya de tediosas réplicas de Antonie Doinel —y me refiero al personaje de las insípidas secuelas, no al de "Los 400 golpes" (Truffaut, 1959)—.

Sí había dos mujeres, tenía que haber, al menos, dos hombres: Doug (Chris Messina) y Juan Antonio (Javier Bardem). Y una vez más, el maniqueísmo que parece últimamente marca de la casa. Cómo no, el artista bohemio —si Allen entiende por bohemio vestir camisas de lino abultadas por el desgaste chusco y, para más inri, sin planchar…—, español —así lo mencionan constantemente en la película, aunque Vicky estudiara un máster sobre la identidad catalana… Quede al gusto del comensal la frontera de la nacionalidad y sus consecuencias antropológicas—, y que pretende ser una reencarnación de Stanley Kowalski, pero sin violencia. Claramente, debe ser el bueno y eso que para ser español no es torero.

El sambenito de malo le ha caído al pobretón de Doug. Excelente representante del workaholic-ejecutivo-agresivo-estadounidense, se pasa la vida viviendo para trabajar en Nueva York, buscando una casa para compartir con su futura esposa —requisitos imprescindibles: piscina, pista de tenis y que la aprueben su pareja de amigos favorita—, y ¡vaya, la única idea romántica que había tenido en su vida parece que también se sitúa en Barcelona! Claro que por entonces, Vicky —evidentemente, quién si no podía ser su estándar prometida— ya era otra… Otra oportunidad de levar esta película del despropósito que Allen dejó hundirse.

Penélope Cruz parece tener una habilidad especial para interpretar a chonis, no queríamos caer en el término, pero es que la andrajosidad y los harapos que le asestan, sumado a la desidia y vulgaridad continua de sus personajes, y que el único medio que encuentre para expresarse sea gritar, no, chillar que es más onomatopéyico… No nos deja mucha más opciones de la calificación. Que todo ello se comprende porque Mª Helena era otra bohemia, artista total, pero ¡completísima!: pintura, música, fotografía… —evidentemente, su exmarido y su nueva pareja sacaron buen partido de ello. Desde luego, la autenticidad artística de Cristina y Juan Antonio desborda la película—; y que era una atormentada que a la mínima asesinaba y se asesinaba, y por ello tenía ese carácter, ¡ah! y además, el concepto de amor que compartía con el pintor era de un rompedor y original… Y por lo tanto no existía la felicidad, ni el amor, ni la estabilidad… y por ello… ¡todos esos aspavientos! ¡Pero si ya sabíamos todo eso, Woody!

Reseña completa en: http://www.relatoenmarcado.com/2014/09/22/vicky-cristina-barcelona/
Polimnia
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