Woody Allen sabe utilizar bien las claves de las comedias de enredo con una historia menos tópica que en la posterior "Midnight in Paris".

Mientras en París eligió jugar con las reliquias culturales, en una Barcelona españolísima y bellamente fotografiada por Javier Aguirresarobe, se apoya más, y con acierto, en los caracteres. Excelente Javier Bardem cuyo personaje parece reminiscente de Zorba el Griego.

Buena interpretación también la de Penélope Cruz, algo más encasillada en los registros que ya le atribuyeron dieciocho años antes en su película revelación, Belle Epoque.
De Scarlett Johansson y Rebecca Hall, Woody Allen sabe explotar con maestría y delicadeza su faceta de mitos eróticos.

La incursión, algo forzada, en Asturias no estorba en esta comedia ligera, que se ve con agrado.