Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Miguel G:
9
Comedia. Drama. Romance Un largo y caluroso verano en Thamesmead, al sur de Londres. Jamie Gangel falta a menudo a la escuela y se pasa el día viendo la televisión del apartamento, donde vive con su madre. En el piso de al lado vive Leah que, tras haber sido expulsada del instituto, se pasa el día escuchando los discos de Mama Cass. (FILMAFFINITY)
16 de octubre de 2009
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mediante un argumento poderosamente simple y con tan solo 90 minutos de duración, el guionista Jonathan Harvey consigue mostrarnos la vida y el amor en toda su esencia sin tropezar jamás con sentimentalismos baratos ni mentiras narrativas. Nos lleva de la mano a través de la vida y cambios de dos adolescentes que empiezan a ver y a descubrir ese amor que para ellos era, hasta entonces, solo algo tan hablado como abstracto. Y por supuesto, de unas emociones de las que están absolutamente desinformados. Lo lógico habría sido ahondar más en el pánico ante la perversión desconocida, en el miedo a ser incomprendido o, peor aún, agredido. Sin embargo, a Beautiful Thing no le interesa revolcarnos en horrores emocionales ni pretende que nos arranquemos las venas a mordiscos. Por supuesto, no es una película rosa pastel, hay mucho dolor, pero tan real y conocido por todos que tanto directora, guionista y actores han preferido lanzarse al juego del descubrimiento amoroso, a las miradas encontradas y a las primeras mariposillas que nacen como fruto de ese primer amor que casi todos conocemos y que muy pocas veces hemos podido encontrar tanto en cine como en literatura en una forma tan pura, dulce y real como en esta película.

Mucha gente comete el gran error de calificarla como cine de “temática gay”. Beautiful Thing trasciende a cotas mayores, los protagonistas son homosexuales, si, y para algunos de los personajes es difícil de aceptar, pero lo que se nos muestra no es cómo dos muchachos homosexuales viven su homosexual homosexualidad en un ambiente anti-homosexual, si no como dos personas descubren y sienten algo tan universal como el amor, en una edad tan cargada de problemas y efervescencia como es la adolescencia. Uno no puede sino contemplar esta sencilla y bonita historia con suma ternura y fascinación, tanta como viven Steh y Jamie su propio romance de verano que les despierta a la vida.

Mención aparte merecen los personajes, personificados e interpretados magistralmente por un reparto de actores muy, muy carismáticos, y la alucinante visión artística de quien fuere el responsable de elegir las canciones que forman la banda sonora de Beatiful Thing. Íntegramente de Mama Cass y The Mamas and the Papas, la música acaba resultando otro personaje más, creando con su presencia gran parte (sino toda) de ese extraño ambiente mágico de cuento pop que tiene la película. Temas como It’s Getting Better, Dream a Little dream of me o la poderosísima Make your own kind of music que, como la película, nos lanza el esperanzador (y verdadero) ideal de libertad, de haz tu propia clase de música, canta tu canción especial, lábrate tu destino y ama, ¡ama! y siente como la vida despierta en ti.
Miguel G
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow