Lejos queda la eficacia de Edwards vista en grandes comedias como "El guateque" o "La pantera rosa", donde el realizador mostró su talento en hacer comedias con una gran clase. Aquí, por desgracia, nos encontramos con un cúmulo de ideas llenas de buenos propósitos pero que su mala ejecución ha conllevado a un sínfin de situaciones demasiado disparatadas y exageradas con unos gags totalmente previsibles que provocan el bostezo del espectador antes que arrancarle la más mínima carcajada.

No se puede negar que la película partía con buenas intenciones, relatar una carrera divertida llena de aventuras encabezada por un grupo de actores más que solvente. Por desgracia, los sueños y la ilusión desaparecen a los pocos minutos del inicio de la cinta, pues ya muy pronto presenta sus grandes flaquezas. Encontramos a un actor de la talla de Jack Lemmon alarmantemente desaprovechado creando un personaje totalmente esperpéntico y grotesco que no consigue la simpatía del espectador, pese a que ese no sea su objetivo.

Tampoco ayuda el resto del reparto, totalmente plano y desaprovechado, con personajes de muy poco carisma y con una personalidad más irritante y desquiciante que simpática o divertida. Tony Curtis no convence en absoluto en ninguna característica de su heroico personaje y Natalie Wood, que puede que sea la mejor parada de todo el reparto, no consigue tampoco sobrepasar fronteras.

Encontramos que todas las situaciones cómicas o gags, pese a que algunos están bastante logrados, siempre tenemos esa vaga sensación de "Déjà vu", así que difícilmente la película conseguirá que el espectador se ría. Tampoco funciona muy bien como film de aventuras, pues su ritmo no es demasiado dinámico como poder equipararlo junto a producciones que si que merecen ser consideradas como referentes del género aventurero.

Otro problema del film es su larga y tediosa duración, es una cinta demasiado larga para lo poco que nos regala, haciéndola en ciertos momentos algo insoportable, haciendo que el espectador arda de deseos de visualizar el fatídico y lejano desenlace, sobre todo en los últimos tres cuartos de hora.

Es cierto que hay comedias mucho peores a ésta, y que pese a todo lo dicho puede ser una opción recomendable para pasar una tarde de sábado o de domingo siempre y cuando no haya mejor opción u otra cosa que hacer.