Es todo un placer poder contemplar este tipo de películas que pese al transcurso de los años no hayan perdido ni un ápice de encanto sino que más bien lo han ganado. Esta atípica película de Roman Polanski sabe hacer una mezcla de lo más exquisita con una trama que se sigue como si de un thriller se tratara con tintes de terror.

Todo este tipo de producciones pueden pecar de ser algo ingenuas, como también lo pudiera ser "El exorcista", sin embargo, considero que el trabajo llevado a cabo por Polanski fue muy superior al de William Friedkin, o por lo menos, sabe mejor mantener el tipo con los años.

La película parte de una premisa muy sencilla, pero su intrigante argumento se sigue con gran interés, y eso que yo soy un tanto receptivo a ver films de esta temática, pues no les encuentro demasiado interés.

El mayor mérito que se le puede atribuir a la frecura de la cinta es gracias a las grandiosas interpretaciones de todo el reparto en general, en especial de la gran Mia Farrow, cuya odisea y sus ansías por determinar la verdad contagian a todo espectador y le invita a seguir la trama con gran curiosidad e interés.

Tampoco se puede negar la buena realización de Polanski, que demuestra que una sencilla historia puede llevarse a cabo magistralmente sí está en buenas manos. No cabe la menor duda de que "La semilla del diablo" es una film recomendadísimo de ver y no únicamente por los fanáticos de Polanski o del género al que pertenece el film, sino para cualquiera que quiera deleitarse con una historia muy bien construída y con mucho encanto que se sigue con un interés y entusiasmo pasmosos.