Estamos ante uno de los trabajos más sencillos y seguramente más destacados del gran director David Fincher, que supo recoger una sencilla historia y convertirla en un thriller con momentos que rozan la pura maestría gracias asu magnífica ejecución y a la gran labor de su destacado y talentoso reparto.

Fincher consigue algo muy loable, y es crear un thriller ingenioso, original y de gran pulso y tensión narrativa con muy pocos elementos, de ahí reside su originalidad y brillantez.

Desde el primer minuto, con sus originales y vistosos títulos de crédito, el espectador es consciente de la frescura y genialidad que rodean en toda la cinta. Por si fuera poco, la película cuenta con un escueto y brillante reparto donde cabría destacar la soberbia labor de Jodie Foster, una de las mejores acrices del séptimo arte gracias a su innegable fuerza y carísma; Forest Whitaker, que vuelve a denotar una curiosa y una marcable personalidad que desprenden una gran humanidad y simpatía pese al perfil de su personaje. Para rematar la faena tenemos a la actriz adolescente Kristen Stewart, que dota su personaje de una frescura implacabel, haciendo que la relación entre madre e hija sea uno de los elementos más destacables de esta cinta que desprende calidad por los cuatro costados.

El resto del reparto cumple muy bien su cometido, todos y cada uno de ellos tienen una más que marcable y destacable personalidad que ayudan a dirigir una cinta que ya cuenta por sí mísma con elementos de lo más brillantes y trabajados.

Estamos no sólo ante uno de los mejores trabajos del direcotr David Fincher, sino ante uno de los thrillers más frescos y originales que podemos visionar, plagado de momentos brillantemente originales acompañados de una tensión que pocas veces se llega a vivir estos días. Muy recomendable, no únicamente para los fanáticos de su director o de su nutrido reparto, sino para todo aquél en busca de ser saciado con un thriller de calidad y diferente.