Michael Mann siempre es una garantía de calidad, sus films están nutridos de un mimo inusual haciendo que cada uno de ellos merezcan su visionado pese a que no nos interese nada su temática.

Mann, con su única incursión en el cine de aventureras, consiguió realizar toda una referéncia en el género con esta trama sencilla y bellamente recreada. La obra que nos ocupa, brilla por la sencillez en la que se lllevó a cabo, mezclando sabiamente momentos de gran epicidad junto con momentos románticos nada pesados o empalagosos. La guinda del pastel la otorga un trabajo muy encomiable por parte de todo el reparto destacando los grandes trabajos de Madeleine Stowe y del monstruo de la interpretación Daniel Day-Lewis.

Por si fuera poco, la cinta cuenta con vistosas escenas de acción, una bella fotografía y una extraordinaria banda sonora. La mezcla de todo ese talento artístico hacen que estémos ante un film de lo más recomendable para todo amante del cine de aventuras, cuyo mensaje y contenido rebosa de gran belleza y lirismo. Muy recomendable. Una de las mejores películas de aventuras de los últimos años.