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Voto de Pableras:
8
6,8
20.457
Comedia. Drama. Fantástico. Romance
Stephane (García Bernal), un joven diseñador mexicano tímido e introvertido, es hasta tal punto cautivo de sus propios sueños que a duras penas controla su imaginación, que amenaza con imponerse al mundo real. Su madre, que es francesa, le ofrece un trabajo y lo convence para que vuelva a París. Su decepción es grande cuando comprueba que se trata de un trabajo rutinario en una pequeña oficina que comparte con tres singulares ... [+]
21 de junio de 2007
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michel Gondry es un romántico. Ya lo demostró en 'Eternal sunshine of the spotless mind', y al ver su última y excéntrica película no cabe sino pensar lo mismo.
Es, de nuevo, una tragicomedia romántica a la que complica la existencia, en esta ocasión, a través de una curiosa y divertida mezcla entre los sueños del protagonista (cachondo y encantador García Bernal) y la realidad. Y si aquella joya protagonizada por Jim Carrey era un elogio al amor, ésta (que, no lo duden, también lo es) lo es a la inmadurez (como bien dice por ahí un crítico). Y la historia fluye en un río (cuyo agua es de diversos tipos ;) ) de risas, de continuos golpes de ingenio provenientes de la mente, el corazón y los sueños de un genio romántico, de alguien que observa todo como es, y lo muestra como tal (alterando la realidad como a todos nos gustaría que fuese).
Y ese río del que hablaba antes desemboca en el mar, con un hermoso final.
Y los sueños son así. Y el amor es así. Y los confundimos tanto con la realidad (y con la fantasía) que sólo nos queda llorar o reír. De alegría o de tristeza. Y sentir un poco de vida.
Es, de nuevo, una tragicomedia romántica a la que complica la existencia, en esta ocasión, a través de una curiosa y divertida mezcla entre los sueños del protagonista (cachondo y encantador García Bernal) y la realidad. Y si aquella joya protagonizada por Jim Carrey era un elogio al amor, ésta (que, no lo duden, también lo es) lo es a la inmadurez (como bien dice por ahí un crítico). Y la historia fluye en un río (cuyo agua es de diversos tipos ;) ) de risas, de continuos golpes de ingenio provenientes de la mente, el corazón y los sueños de un genio romántico, de alguien que observa todo como es, y lo muestra como tal (alterando la realidad como a todos nos gustaría que fuese).
Y ese río del que hablaba antes desemboca en el mar, con un hermoso final.
Y los sueños son así. Y el amor es así. Y los confundimos tanto con la realidad (y con la fantasía) que sólo nos queda llorar o reír. De alegría o de tristeza. Y sentir un poco de vida.