No. Lo siento. Ni aún tomándomela a cachondeo la disfrutaría. Esta película protagonizada por una bella Kirsten Dunst en horas bajas es una tontería del 15 plomiza y sin gracia.

La cosa va de bailes por aquí y por allá que aderezan (digámoslo así) una soberana mierda de historia con más tópicos que todas las pelis yanquis del 2000. Ni una gota de originalidad se deja ver y ni la más tenue chispita de ingenio se asoma en una película que tiene su mejor baza en las coreografías, mínimamente decentes como para resultar entretenidas. Por lo demás... es que, repito, no esperen absolutamente nada porque es tan bobo y soso que asusta.

Y, por supuesto, ahí está la moralina típica hollywoodiense al estilo Disney (pero Disney en horas bajas) para que el espectador (digámoslo así) menos exigente se quede contento. Un servidor... ¡¡no!!

Tampoco esperéis un festival del erotismo teenager, porque excita más cualquier capítulo de Saber vivir.