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España España · Complutum
Voto de Pableras:
8
Acción. Thriller. Intriga Tercera entrega de las aventuras del agente Jason Bourne, que sigue investigando quién es y qué hay realmente detrás del programa secreto de la CIA llamado Treadstone. Un reportero británico de "The Guardian" le pone sobre una nueva pista facilitándole el nombre de Blackbriar. Bourne dará con él en Londres, en un intento de encajar las últimas piezas de ese pasado que él aún intenta recuperar. (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2008
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
'El ultimátum de Bourne' es una de las mejores películas de acción jamás rodadas, un casi constante clímax que no agota sino que apabulla y un magnífico ejemplo de que segundas partes (terceras, en este caso) a veces sí fueron (muy) buenas.

Esta secuela del interesantísimo y brillante director Paul Greengrass ponte punto y final a la muy notable saga de Bourne, que se ha consolidado como una de las propuestas del género más atractivas y vibrantes de la década, dejando a Bond muchos puestos atrás e inaugurando una nueva forma de hacer cine de acción: el hiperrealismo como impresionante reflejo de la más disfrutable adrenalina.

La película avanza sin dar respiro, haciendo imposible el desviar los ojos de la pantalla ante tal espectáculo visual y sonoro, deslumbrante y rompedor, que alcanza el más alto grado de efectividad gracias a su prodigioso ritmo y, por supuesto, a una milimétrica dirección que regala una escena brutal tras otra, ofreciendo dinamita pura que estalla sin previo aviso, capaz de fascinar como pocas veces ha logrado el cine (atención a la escena de la estación, es perfecta).

Acción sucia, seca, cortante, violenta y un suspense formidable son las claves de esta maravilla, la mejor entrega de la saga (de lejos) y poseedora de varias persecuciones de antología.

Damon sigue haciéndolo genial y David Strathairn es un villano con carisma y fuerza. El guión ata todos los cabos de una manera admirable y promete sorpresas y grandes dosis de intriga. Eso de que no tiene sentido es lo que no tiene sentido. Lo más importante, lo esencial, no es precisamente el guión, y eso queda muy claro cuando el corazón empieza a acelerarse desde el principio hasta el final sin dar casi tiempo a coger más aire.

Una experiencia brutal, única, explosiva y, finalmente, prácticamente imprescindible.
Pableras
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