La verdad es que ya tiene años, pero no paro de pensar la película tan interesante que podrían haber hecho y la mierda que les quedó.
La única cosa que se salva es la interpretación de la niña, Dakota Fanning, porque el resto es para querer beber hasta olvidar, empezando por Tom Cruise.
La dirección y el montaje final tampoco ayudan, y el ridículo comportamiento de los personajes atendiendo a lo anterior colman el vaso, esta llena de escenas sin sentido.
No es Insufrible pero le anda cerca.