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España España · Madrid
Voto de Daniel:
6
Acción Un grupo de camioneros forman una larga caravana para protestar contra un despótico y arbitrario sheriff que ha arrestado a uno de los suyos. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me confieso un asiduo revisor de películas de hace décadas, incluso descubridor de algunas que no había visto. Sobre las vistas, con los años se ven con otro bagaje personal, desde otras perspectivas. Algunas ya no me parecen tan buenas como yo recordaba (muchas sí), y otras tampoco me parecen ya tan malas como yo las recordaba. Estoy revisando los films de Peckinpah y vuelvo a ver esta tenida por "oveja negra" que paso a comentar brevemente:
Sobre la factura no hablaré, porque se trata de Peckinpah, que siempre trabajó con los mejores equipos y actores. Me referiré al contenido. Porque las películas, aparte de entretener y disfrutarlas visualmente, pueden tener contenidos sobre los que vale la pena meditar. El film tiene un cierto sabor libertario que podría juzgarse saludable, pero seamos realistas: en toda sociedad es indispensable un orden y una reglamentación aunque a veces sintamos que nos oprimen. Si todos fuéramos mentalmente sanos y respetuosos de los demás, no haría falta nada, ni reglas, ni casi gobierno. Pero no es el caso. Hay demasiada gente a la que los demás le importan un bledo, y los hay que actúan incluso sólo por maldad. Y esto está en la naturaleza humana. Si no hubiera reglas y un sistema que las hiciera cumplir, sería el imperio de los más fuertes, de los más chulos, de la peor canalla, hasta que también se destrozaran entre ellos y no quedara nadie. También es verdad que los sistemas de orden son deficientes y en muchos casos, o no llegan, o se pasan bastante. En el caso concreto de la película, podríamos imaginar las carreteras dominadas por rudos camioneros que pudieran correr a la velocidad que les viniera en gana y hacer lo que quisieran sin límite ni control. ¡Qué horror!
También se puede interpretar el film como el retrato de un carácter individualista (Pato) que no concibe límites a su libertad personal, aunque sea buena persona de fondo, y choca visceralmente contra cualquier tipo de reglamentación que le obligue por la fuerza. Pero también habría, como digo, otros como él pero que no serían buenas personas, y el caos estaría servido. El gran director Peckinpah partió aquí de una idea confusa y se perdió durante su realización. No obstante, lo que es la magia del cine, me la he visto hasta el final (no suelo hacerlo cuando algo no me provoca interés), y juraría que he disfrutado en varios puntos.
Daniel
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