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Voto de El Fauno:
10
8,1
124.409
Ciencia ficción. Terror
De regreso a la Tierra, la nave de carga Nostromo interrumpe su viaje y despierta a sus siete tripulantes. El ordenador central, MADRE, ha detectado la misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida, procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. La nave se dirige entonces al extraño planeta para investigar el origen de la comunicación. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2007
58 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por todos es sabido que Ridley Scott es un director con talento. Dentro de que haya podido tener importantes bajones cualitativos en su extensa filmografía, es innegable que un director que posee en su haber películas ya consideradas clásicos como "Blade Runner", "Alien, El 8º Pasajero" o la entretenida y muy visual "Gladiator", es un cineasta que indudablemente debe poseer alguna virtud. Y algo me dice que ésta no es más que una visión abierta y comprensiva para con el espectador acerca de lo que considera entretenimiento; Conociendo de antemano las preferencias del público y sabiendo conjugar los elementos técnicos con acierto hasta el punto de crear un producto entretenido que con suerte puede alcanzar la atemporalidad. En cada entrevista y con cada nueva película suya Scott no hace más que reafirmarse en que lo único que busca en su carrera es entretener. Desde luego muchas de sus cintas, dentro de sus numerosos altibajos, (que como la mayoría de directores, los tiene) cumplen perfectamente con su objetivo, que es basicamente el de hacer olvidar la triste realidad al personal transportandolo a otras vidas y épocas más distantes.
Y esta película que nos ocupa no iba a ser menos. Una de las indiscutibles obras maestras, ya no solo de la irregular carrera de su director, sino además de una nefasta época para el cine, situada a finales de los 70 y principios de los 80. Una época en la que el cine no llamó la atención especiamente por sus películones. En ese ambiente de cine mediocre. Surgió un film que aún a día de hoy consigue situarse cómo atemporal. Una película que ha conseguido trascender las barreras del tiempo para situarse como una cinta que ha conseguido mantener sus virtudes y su tenebrosa esencia a traves de los años, como si realmente hubiera sido realizada en pleno siglo XXI. Una particularidad que sin duda solo consiguen las verdaderas buenas películas, las indiscutibles obras maestras y los indudables clásicos modernos. Dentro de los muchos defectos que el Señor Scott pueda poseer (tales como arrogancia o egocentrismo, llegando a reconocer que ninguna de las secuales de Alien han estado a su altura), con esta película, junto con "Blade Runner" y su atmosfera permanentemente lluviosa,
Ridley consiguió crear escuela y marcar unos estandartes. Porque... ¿Que cinta futurista de hoy día no se presenta o eminentemente tecnificada hasta límites casi utópicos o permanentemente oscura y lluviosa? ¿Qué película de terror psicológico de hoy día no acaba cayendo irremediablemente en el banal intento de copiar y renovar las inquebrantables normas que creó Ridley con su Octavo pasajero? Esta claro que son películas que en el cine moderno y contemporaneo han marcado unos límites que difícilmente se podrán superar e incluso igualar.
(Dale con el espacio...)
Y esta película que nos ocupa no iba a ser menos. Una de las indiscutibles obras maestras, ya no solo de la irregular carrera de su director, sino además de una nefasta época para el cine, situada a finales de los 70 y principios de los 80. Una época en la que el cine no llamó la atención especiamente por sus películones. En ese ambiente de cine mediocre. Surgió un film que aún a día de hoy consigue situarse cómo atemporal. Una película que ha conseguido trascender las barreras del tiempo para situarse como una cinta que ha conseguido mantener sus virtudes y su tenebrosa esencia a traves de los años, como si realmente hubiera sido realizada en pleno siglo XXI. Una particularidad que sin duda solo consiguen las verdaderas buenas películas, las indiscutibles obras maestras y los indudables clásicos modernos. Dentro de los muchos defectos que el Señor Scott pueda poseer (tales como arrogancia o egocentrismo, llegando a reconocer que ninguna de las secuales de Alien han estado a su altura), con esta película, junto con "Blade Runner" y su atmosfera permanentemente lluviosa,
Ridley consiguió crear escuela y marcar unos estandartes. Porque... ¿Que cinta futurista de hoy día no se presenta o eminentemente tecnificada hasta límites casi utópicos o permanentemente oscura y lluviosa? ¿Qué película de terror psicológico de hoy día no acaba cayendo irremediablemente en el banal intento de copiar y renovar las inquebrantables normas que creó Ridley con su Octavo pasajero? Esta claro que son películas que en el cine moderno y contemporaneo han marcado unos límites que difícilmente se podrán superar e incluso igualar.
(Dale con el espacio...)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y es que esos oscuros pasillos, esa carismatica protagonista (ya una de las heroínas indiscutibles del cine de terror) interpretada con suma maestría por una joven y primeriza Sigorney Weaver y finalmente ese monstruo que pocas veces mostraba su presencía en la primera entrega pero que se revelaba en los momentos acertados se han situado ya como elementos antológicos e irreptibles del cine de cualquier época. Escenas cómo la del nacimiento del Alien en el interior del cuerpo de un John Hurt en pleno almuerzo son ya momentos icónicos que han sido imitados y parodiados hasta la saciedad por haberse convertido en algunos de los mejores que el cine de terror psicológico nos haya podido dejar.
Sobra decir que sus posteriores entregas, que ciertamente no alcanzaban el nivel de maestría de la original, no pudieron llegar ni siquiera a desear imitar el estilo de Scott, hasta tal punto que la decisión más inteligente para continuar las posteriores aventuras de Ripley fue tomada por el Señor James "Titanic" Cameron al dar una tremenda vuelta de tuerca a los elementos de la historia convirtiendola desde el primer momento en una excelente cinta de acción con toques de terror que conseguía entretener e incluso apasionar con un muy acertado argumento cómo continuación. Probablemente de las otras tres entregas posteriores sea la mejor parada y la más acertada.
Ni el ya reconocido maestro del thriller David Fincher (que ya ha confirmado su innegable talento con "Zodiac"), ni un todavía semidesconocido por aquel entonces Jean Pierre Jeunet (que luego alcanzaría la fama mundial con su soñadora "Amelie") llegaron si quiera a rozar las virtudes alcanzadas por Cameron y mucho menos por Ridley. Fincher creo una cinta que, aunque poseía sus buenos elementos, no fueron del todo bien repartidos. Y Jean Pierre definitivamente acabó por dirigir su peor película, reafirmando un estilo suyo muy particular y consiguiendo verdaderos momentos de tensión pero explotando inutilmente el elemento innecesario del gore y un bizarro argumento que traspasaba el límite de lo creíble para llegar directamente a lo increíble.
Sin duda la conclusión que nos queda es que la saga "Alien", a pesar de su decaimieto para con sus continuaciones, ha conseguido mantenerse como un referente del cine moderno de terror. Y el señor Scott ha visto reconocido su talento, perdido cada vez más con los años, sin llegar a repetirse ese memorable momento en la historia del cine en el que consiguió crear dos obras maestras de la cinematografía sin él saberlo, introduciendonos con un viaje terrorifíco a traves de los pasillos de la Nostronomo y terminando con una irresistible entrada al futuro más pesimista del ser humano a traves de la puerta de Tanhausser en dos grandiosas películas que sin duda jamás volverán a repetirse pero que tampoco se perderán como lágrimas en la lluvia.
Sobra decir que sus posteriores entregas, que ciertamente no alcanzaban el nivel de maestría de la original, no pudieron llegar ni siquiera a desear imitar el estilo de Scott, hasta tal punto que la decisión más inteligente para continuar las posteriores aventuras de Ripley fue tomada por el Señor James "Titanic" Cameron al dar una tremenda vuelta de tuerca a los elementos de la historia convirtiendola desde el primer momento en una excelente cinta de acción con toques de terror que conseguía entretener e incluso apasionar con un muy acertado argumento cómo continuación. Probablemente de las otras tres entregas posteriores sea la mejor parada y la más acertada.
Ni el ya reconocido maestro del thriller David Fincher (que ya ha confirmado su innegable talento con "Zodiac"), ni un todavía semidesconocido por aquel entonces Jean Pierre Jeunet (que luego alcanzaría la fama mundial con su soñadora "Amelie") llegaron si quiera a rozar las virtudes alcanzadas por Cameron y mucho menos por Ridley. Fincher creo una cinta que, aunque poseía sus buenos elementos, no fueron del todo bien repartidos. Y Jean Pierre definitivamente acabó por dirigir su peor película, reafirmando un estilo suyo muy particular y consiguiendo verdaderos momentos de tensión pero explotando inutilmente el elemento innecesario del gore y un bizarro argumento que traspasaba el límite de lo creíble para llegar directamente a lo increíble.
Sin duda la conclusión que nos queda es que la saga "Alien", a pesar de su decaimieto para con sus continuaciones, ha conseguido mantenerse como un referente del cine moderno de terror. Y el señor Scott ha visto reconocido su talento, perdido cada vez más con los años, sin llegar a repetirse ese memorable momento en la historia del cine en el que consiguió crear dos obras maestras de la cinematografía sin él saberlo, introduciendonos con un viaje terrorifíco a traves de los pasillos de la Nostronomo y terminando con una irresistible entrada al futuro más pesimista del ser humano a traves de la puerta de Tanhausser en dos grandiosas películas que sin duda jamás volverán a repetirse pero que tampoco se perderán como lágrimas en la lluvia.