Dios mío. Si bien la primera película no había sido técnicamente buena, las particularidades de ese romance juvenil la hacían extrañamente (por lo mala) fascinante. Pero aquí me perdieron. La primera hora es absolutamente insoportable, con Bella abandonada por Edward, deprimida y sin saber cómo seguir adelante.

Se nos presenta la obra de Romeo y Julieta con Bella leyéndola, e intentan forzar una conexión con aquella historia. Es así que veremos a los personajes tener actitudes bizarras e injustificadas en una ridícula búsqueda por lograr la comentada conexión. Pero lo único con lo que terminamos es con una estancada película, llena de escenas sin tensión y que no avanzan la trama (o lo hacen lentamente), aburriendo de manera escandalosa.

Además de los personajes tener reacciones caprichosas y contradictorias en los momentos en que el guion las necesita, aparecen y desaparecen por completo para dar repentinos saltos en la trama, llegar sin escalas al siguiente punto y así poder finalmente avanzar, sin que sus motivaciones tengan mayor desarrollo o explicación. Porque me gustó el CGI, y por algunas escenas aisladas, no dejo la peor calificación, pero a diferencia de la primera, esta secuela aburre mucho, a pesar de tener una calidad similar.