Primero dejar en claro que visualmente esta película animada tiene poco y nada que envidiar a ninguna otra (teniendo en cuenta la época). Algunas secuencias son realmente impresionantes y el uso de la iluminación es soberbio. En cuanto a lo sonoro, la banda sonora (Hans Zimmer) es genial, pero las canciones (Stephen Schwartz) en sí no sean buenas y a veces peores que eso.

Se agradece que la película tenga un tono más bien serio, apropiado, pero lamentablemente por momentos esa seriedad termina por hacerse tediosa, sobre todo en el largo segundo acto, ya que el comienzo y el final son buenos.

En definitiva creo que la película funciona cuando es historia típica, pero que baja estrepitosamente el nivel en los actos musicales y que lo épico logrado en algunas secuencias (combinación impresionante de lo visual y lo sonoro) contrasta con lo aburrido de otros segmentos. Sin las canciones posiblemente hubiera quedado muy buena, además de acortando el runtime. Pero así, me parece que patina y se hace del montón.