Danny Dravot y Peachy Carnehan son dos aventureros que viajan a la India en 1880 y sobreviven gracias al contrabando de armas y otras mercancías. Un día deciden hacer fortuna en el legendario reino de Kafiristán. Después de un durísimo viaje a través del Himalaya, alcanzan su meta justo a tiempo para hacer uso de su experiencia en el combate y salvar a un pueblo de sus asaltantes. Está inspirada en un relato de Kipling.

Uno de los puntos altos del cine británico en la década de los 70, tiene que ser la espectacular adaptación de John Huston del cuento escrito por Rudyard Kipling , un cuento mordaz contra el imperialismo que dejaba al descubierto los fallos del colonialismo británico en la India. Este había sido una especie de proyecto favorito para Huston quien intento su realización en los años 40.

El hombre que pudo reinar es una gran historia de aventura, traída a la vida por su impresionante fotografía y sus escenas de acción bien coreografiadas. Housto hace un estudio fascinante de los personajes en el que los peligros de la confianza en sí mismo y la ambición desenfrenada se exploran de manera tragicómica, con un ligero toque de oscuridad. Connery y Caine (en ese momento, los dos nombres más grandes en el cine británico), están perfectamente sincronizados como los dos británicos equivocados que deciden establecerse como dioses y terminan deseando imperiosamente la vuelta a casa. Ambos actores con su gran carisma traen encanto y humor a raudales a la pelicula, logrando uno de los mejores trabajos de sus carreras.