La parodia es un género difícil: lo mismo te puedes pasar y acabas haciendo algo chabacano, o lo mismo no llegas y te quedas en algo pueril. Esto último es lo que le pasa a esta peli: no llega. No llega a emocionarnos, no llega a cabrearnos, no llega a divertirnos...se queda siempre en intentos fallidos. Como fallido por completo es el absoluto desastre del personaje de la madre del niño, que no acabamos de saber en qué anda, ni qué es lo que piensa...hasta que vemos como acaba. Fallido el personaje de la niña judía, siempre tan aseada y bien vestida, carente de miedos y emociones. Absurdo el personaje del disparatado capitán encargado de la formación de los niños, que nos sabemos a qué juega. En fin, una pena. Se salva el niño, por su excelente interpretación, y su amigo imaginario, el estereotipo de Hitler. Un pena, además, porque uno no puede dejar de compararla con la excelente "La vida es bella", y en esa comparación "Jojo, rabbit" sale muy, pero que muy mal parada.