Podría ponerme a rajar de los momentos cringes, predecibles y sosos que tiene, pero por hoy me abstendré de ello. Resulta que la peli tiene una finísima capa de profundidad que vale la pena comentar pese a que después esta se vaya esfumando por momentos.

Cuidar niños. Niños que encima no son tuyos. Tienes un trabajo que te encanta y Tinder para pasar el rato, ¿para que necesitas ahora un crío en tu vida? ¿Acaso voy a dejar que toque mis cosas y me obligue a pasar un valioso tiempo con ella mientras podría hacer cosas que a mi me interesan mas? Bien pues la protagonista de esta pelicular se tiene que comer el marrón de cuidar de una chiquilla de la que apenas sabe nada porque ella pasa totalmente de su familia. Finalmente tendrá que aprender en el desarrollo de la trama a quererla y al mismo tiempo descubrir una nueva faceta de su personalidad. ¡vaya¡, ¿¿acaso no he visto este mismo planteamiento en un montón de pelis de sobremesa?? !!Noooo!! ¡Porque aqui se añade el factor de la Inteligencia Artificial! Amada por unos y odiada por otros. (Pista: Aquí es mas lo segundo que lo primero).

La critica de la película no es muy sutil, pero no por ello es menos válida. Cada vez los padres pasan más de atender por si mismos a la educación, al apego y el cuidado de sus hijos. En su lugar, dejan que la tecnología sea quien se encargue de ello (si no pensad en que cualquier niño de 10 años tiene siempre una tablet o un móvil en mano), aquí es donde Megan juega el papel perfecto. Un ser humanoide capaz de empatizar a la perfección con un niño, atender sus necesidades 24/7, jugar a lo que ellos quieran, entretenerlos, escucharlos, etc. El reemplazo perfecto de la paternidad de toda la vida. Solo que al fin y al cabo, una maquina es imperfecta también y bueno ya se puedo imaginar como termina la cosa.