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Voto de Jose Luis:
8
6,8
24.425
Drama. Aventuras
En una isla del Mississippi, dos chicos descubren a un fugitivo llamado Mud. Ha matado a un hombre para proteger al amor de su vida, Juniper, y ahora se oculta de los cazadores de recompensas. Los chicos acceden a ayudarle a reunirse con Juniper y preparar su huida juntos, sin saber que la aparición de Mud significará el fin de sus infancias. (FILMAFFINITY)
28 de agosto de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A medio camino entre el drama sureño y el relato de aventuras, se encuentran en esta película el espíritu de Mark Twain y cierto hálito a la "Isla del Tesoro" con un particular Long John Silver encarnado por un magnífico Matthew McConaughey, que debería ser candidato a todos los premios de interpretación en la temporada de galardones.
El actor interpreta a Mud, una suerte de naúfrago en mitad de una "isla" pantanosa que se esconde en un barco sobre un árbol, tras haber matado a un hombre que maltrataba al amor de su vida, Juniper (una Reese Witherspoon que pasa bastante desapercibida de no ser por dos o tres escenas). En su intento por escapar con ella de esa situación, conocerá a dos chicos de 14 años (muy buenas interpretaciones de Tye Sheridan y Jacob Lofland) que tratarán de ayudarlo, sin tener en cuenta que eso cambiará sus vidas para siempre.
Porque Mud es un relato sobre la pérdida de la inocencia a partir del desengaño. De esperanzas que se rompen por haber creído ciegamente en ellas sin ser consciente de la verdad (el amor puede cegarnos e idiotizarnos bastante) y más si ponemos el corazón en una mujer (o en este caso, mujeres) que solo se dedican a jugar con él. Pero también sobre como la amistad puede sustentarse en una imagen idealizada (Ellis y su admiración hacia Mud), que se rompe en cuánto uno de los dos consigue lo que quería (el motor del barco), para inmediatamente demostrar que aunque los ídolos tengan pies de barro (o camisas sucias), tienen también un corazón enorme dispuesto a arriesgarse por aquellos a quién quiere (la secuencia de la mordedura de la serpiente).
Pero al mismo tiempo, y aunque sus temas sean tan realistas y crudos, hay cierto toque onírico que le da a las más de dos horas de metraje un tono de cuento de iniciación en el que caben desde barcos en lo alto de árboles, serpientes venenosas, personajes de lo más pintoresco (el ex-francotirador jubilado, el pescador de perlas interpretado por Michael Shannon, que repite con el director, tras "Take Shelter", en un pequeño papel), e incluso se atreve a flirtear con el western en ese clímax final de asalto a la casa del río (casi también como el asalto a la empalizada en "La Isla del Tesoro").
Todo ello para transmitir una serie de valores que hace tiempo parecían perdidos (sobre la confianza, la amistad, la importancia de la familia, o el verdadero amor) y a la vez transmitir un cierto mensaje de esperanza sobre como para poder seguir con nuestras vidas a veces hay que soltar el ancla de ciertos lugares (o personas) y dejar que nos lleve la corriente, o la vida, para ser libres.
En definitiva, un 8, confirmando que Jeff Nichols se está labrando una curiosa y particular filmografía muy a tener en cuenta.
El actor interpreta a Mud, una suerte de naúfrago en mitad de una "isla" pantanosa que se esconde en un barco sobre un árbol, tras haber matado a un hombre que maltrataba al amor de su vida, Juniper (una Reese Witherspoon que pasa bastante desapercibida de no ser por dos o tres escenas). En su intento por escapar con ella de esa situación, conocerá a dos chicos de 14 años (muy buenas interpretaciones de Tye Sheridan y Jacob Lofland) que tratarán de ayudarlo, sin tener en cuenta que eso cambiará sus vidas para siempre.
Porque Mud es un relato sobre la pérdida de la inocencia a partir del desengaño. De esperanzas que se rompen por haber creído ciegamente en ellas sin ser consciente de la verdad (el amor puede cegarnos e idiotizarnos bastante) y más si ponemos el corazón en una mujer (o en este caso, mujeres) que solo se dedican a jugar con él. Pero también sobre como la amistad puede sustentarse en una imagen idealizada (Ellis y su admiración hacia Mud), que se rompe en cuánto uno de los dos consigue lo que quería (el motor del barco), para inmediatamente demostrar que aunque los ídolos tengan pies de barro (o camisas sucias), tienen también un corazón enorme dispuesto a arriesgarse por aquellos a quién quiere (la secuencia de la mordedura de la serpiente).
Pero al mismo tiempo, y aunque sus temas sean tan realistas y crudos, hay cierto toque onírico que le da a las más de dos horas de metraje un tono de cuento de iniciación en el que caben desde barcos en lo alto de árboles, serpientes venenosas, personajes de lo más pintoresco (el ex-francotirador jubilado, el pescador de perlas interpretado por Michael Shannon, que repite con el director, tras "Take Shelter", en un pequeño papel), e incluso se atreve a flirtear con el western en ese clímax final de asalto a la casa del río (casi también como el asalto a la empalizada en "La Isla del Tesoro").
Todo ello para transmitir una serie de valores que hace tiempo parecían perdidos (sobre la confianza, la amistad, la importancia de la familia, o el verdadero amor) y a la vez transmitir un cierto mensaje de esperanza sobre como para poder seguir con nuestras vidas a veces hay que soltar el ancla de ciertos lugares (o personas) y dejar que nos lleve la corriente, o la vida, para ser libres.
En definitiva, un 8, confirmando que Jeff Nichols se está labrando una curiosa y particular filmografía muy a tener en cuenta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El momento en el que la "novia" de Ellis le parte el corazón y se ríe de él por ser solo un niño de 14 años es uno de los momentos más duros de la película, tanto por lo que significa para el chaval, como por lo que desencadenará luego. Es de aplaudir el realismo y la veracidad con el que están tratadas las relaciones entre los protagonistas (el momento en el que Mud también tiene que desengañarse de Juniper es bastante duro también), porque no se anda con zarandajas de típica comedia romántica en la que todo sale bien. No. La vida tiene sus momentos buenos, pero cuando los tiene malos, no hay azúcar que lo suavice.
La última mirada entre Mud y Juniper, sabiendo que todo ha terminado porque ella solo se ha dedicado a jugar con él, es el punto de inflexión de la película y lo que marcará su final.
La última mirada entre Mud y Juniper, sabiendo que todo ha terminado porque ella solo se ha dedicado a jugar con él, es el punto de inflexión de la película y lo que marcará su final.