Es una curiosa combinación de Pinocho y El señor de los anillos con buenas dosis de acción y de romanticismo melancólico a partes desiguales. Viaje iniciático de un grupo de extraños personajes unidos por su camaradería y afecto, nacidos de compartir grandes carencias afectivas sufridas en su infancia (que se van repitiendo generación tras generación en un terrible bucle infinito de soledades y tristezas).
El muñeco Palme (entrañable en versión original oírle nombrar Parme, ya que los japoneses como Juanjo Millás, no pueden pronunciar la letra ele) quiere ser humano y vivir siempre al lado de su amor, la encantadora niña Popo.
Después de algunos altibajos en el valor y comprensibles flaquezas humanas el final redime a todos (individuos, pueblos y mundos) tras la acostumbrada apoteosis de explosiones de energía.