La escena en la que el asesino va a hacer aparición en el apartamento del protagonista es brutal, Stewart mirando por sus prismáticos mientras comienzan a sonar de lejos unos pasos que se dirigen lenta y friamente hacia su apartamento. Poco a poco, poco a poco, hasta que lo tienes dentro.
Y me paro aquí, porque lo que acontece desde la aparición del asesino en el apartamento hasta el final es un poco disparate. ¿En qué hora se te ocurrió lo del foco de la cámara, maestro? le quita todo el suspense que hasta entonces tenía. ¿Por qué nuestro mirón tiene siempre su puerta abierta? vale que en los pueblos también se hace, pero estás en la ciudad amigo y el asesino está a punto de llegar, ¡ciérrala!, pues no, a buscar su dichosa cámara.

¿Cómo es posible que el viajante haya confesado el asesinato de su mujer si se encuentra en el apartamento de Stewart? mi no entender.
Por todas estas incongruencias y por los primeros minutos de metraje, no le doy un 10. El resto me parece perfecto.