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Voto de hoteldusk:
10
Romance. Drama Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos. Adaptación de la novela gráfica "Blue", de Julie Maroh. (FILMAFFINITY) [+]
11 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que el amor es un pozo donde saciar la sed o donde perderse en la desesperación, es algo, sino vivido, sí sabido por todos.

La vida de Adele cuenta una historia que no por ya conocida, es menos desgarradora e íntima. Todo fluye bajo un halo de cotidianidad tan simple que asusta, pues ¿cómo no verse reflejado en esas experiencias vitales tan cercanas a la vida de cualquiera?

Entendemos su confusión, su vitalidad contenida, su "forma" de ser feliz. Se enamora de una mujer algo mayor, un modelo. Emma es perfecta, sensual, segura y firme como una roca. Alguien a quien imitar y que abre a Adele un mundo desconocido para ella, no sólo en plano sentimental, sino también en el cultural y en el del conocimiento, sin prejuicios. Cómo no sentirse fascinada.

La pasión que tanto ha tardado en encontrar Adele, Emma la compensa con creces. Y cuando uno visiona esta película, seguramente lo haga por las escenas de sexo que en ella se contienen. Curiosamente, y después de ello, la película trasciende más allá de dichas escenas. Da igual que hubieran sido entre un hombre y una mujer, entre hombres o, como es el caso, entre mujeres. Podemos sentir cómo Adele huele a Emma, el cariño y el amor entre ambas, el calor, la respiración... no hay un "te quiero" en toda la película. Y paradójicamente, no le hace ninguna falta.

Nunca termina Adele de encontrarse a sí misma. Todo el metraje (y son 3 horas) fluye a caballo entre su sonrisa forzada y su mirada perdida, ajena, apagada.... triste. Una tristeza infinita de la que nadie la puede librar y que estalla cuando engaña a Emma porque comienza a sentirse comparada, apartada y ninguneada por esos fantasmas a los que, entiende, ha de parecerse y nunca podrá llegar a hacerlo, pues no tiene ni el carisma ni la cultura que sí parecen tener aquellos de los que Emma se rodea.

Y cuando llegan estas sensaciones, uno se agarra a lo primero que aparece. Seguramente no será acertado pero cuando la soledad te empapa, te aferras a cualquier cosa que haga sentirte vivo, aunque sea por unos instantes.

Después, la furia, el reproche, el castigo, la ira, el desprecio... dando paso a la devastación. La tristeza de Adele desgarra el corazón, traspasando con su dolor la pantalla. Sabe que se ha equivocado. Pero no hay perdón para aquellos que traicionan la confianza. Aunque pueda haber alguna motivación que no llegamos a entender, aprendemos que no todo es blanco o negro. Que hay muchos matices que se nos escapan a la hora de juzgar. Si no hubiese dicho, si no hubiese hecho... da igual cuánto se martirice uno porque, desgraciadamente, no hay una máquina del tiempo que nos permita deshacer los errores del pasado. Y cuidado, porque los fantasmas siempre están al acecho para arrastrarnos al fondo.

Las actrices están maravillosas... ¿cómo no entender a Adele? ¿cómo no entender a Emma? Los primeros planos, las miradas, los besos, las lágrimas.. todo es natural y real, como la vida misma. Quizá por ello, nos duela tanto. Maravillosa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
hoteldusk
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