Cuando la empecé a ver me costó engancharme y seguirle el hilo, los hombres con barba me parecian todos idénticos, las escenas de lucha, sobretodo, el pequeño Arturo practicando con las espada, y sí, el gorro de Merlín, me dejaron bastante frío. Pero aun así tenía algo que me obligó a seguir viendola, quizá fueron las impresionantes armaduras, los diálogos épicos o que descubriese al fin de que película era el fragmento que se usa como outro en uno de mis discos favoritos, Hasta la Viktoria de VKR.

Después de esto me la vi entera sin pestañear y me fui a la cama durmiendo y soñando «En el nombre de Dios, de San. Miguel y San Jorge, te hago Caballero.»