No entiendo la magnificencia que tiene Alberto Rodríguez como director de cine.
Entiendo la voluntad de este "cineasta" en querer hacer thriller autóctono, pero a mi sus intentos me resultan muy torpes y pobres.

Si los resultados de sus films fueran hechos por cineastas americanos, rodados en Hollywood, se les pondría a parir, y no se les reconocerían las tonterías que SÍ que hace Rodríguez en sus trabajos.

Y siempre con esa voluntad tan imperiosa por los cineastas actuales de hacer una radiografía de nuestro bendito país.

Y es que no se dan cuenta de que para radiografíar este país no se puede hacer con los tonos del thriller estilo americano, si no a través del esperpento, de mostrar la chapuza que lleva siglos siendo este país, y que tan bien mostró Berlanga y Buñuel.

Pero ahora lo que se lleva es el thriller estilo americano, ése que tanto se ha criticado en este país, pero que cuando lo usan cineastas españoles con los resultados tan desiguales que todos conocemos, se les ensalza y sólo queremos ver sus virtudes, rechazando toda autocrítica de films inconexos, que quieren mostrar muchas cosas, dejando sobre el tapete muchos temas que no acaban por resolverse ni explicar.
Grupo 7 me pareció un film risible, con un Mario Casas totalmente ridículo como poli novato, sobreactuando histéricamente sin control por parte del director, en contraste con un inexpresivo Antonio de la Torre, (¿actor?) que todos estàn empeñados en encumbrar, y yo no entiendo por qué.
Me parece tan mediocre como Raúl Arévalo, otro que va de intensito y que confunde contención con inexpresividad...y yo lo veo más cerca de un Steven Seagal que de un Al Pacino interpretando a Michael Corleone, todo un ejemplo de lo que es una interpretación contenida, pero expresando TODO con una sola mirada o un gesto.
En fin, un film mediocre que me sorprende que tenga una valoración de 6,5, cuando films excelentes como Blackhat, del Maestro Michael Mann tan sólo tiene una valoració de 4,6...ejemplo y prueba de mi crítica, que si un thriller lo hace un americano es caca, pero si lo hace un español, aunque sea un mediocre, es gloria.