Hollywoodiense se ha convertido casi en sinónimo de malo y, de sus características, evoca a menudo sus defectos. Pero también tiene sus virtudes, y en éste caso, se beneficia de ellas.
La historia emocional, sin ser destacable, ni mucho menos, no chirría como suele ocurrir. La espectacularidad, de verdad sorprende en todo momento y se crean momentos memorables que sobrecogen. Los cambios que se realizan con respecto a la novela son originales y funcionan. Y la niña lo hace estupendo.
Una pena que no se aproveche bien lo que para mi son los mejores momentos del libro: el personaje del artillero (en la película el trastornado), la reclusión con el cura, la huida en barco y la entrada nocturna en un Londres desertico. Es curioso que se destaca más en lo que menos se destaca la obra original (su primera mitad).
La tesis final es una patada en el culo a Wells.
Con todo, me ha sorprendido muy gratamente.