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Voto de Melón tajá en mano:
6
Drama. Romance. Comedia Marguerite no contaba con que le robaran el bolso al salir de la tienda. Y menos aún con que el ladrón tirara lo que había dentro en un aparcamiento. En cuanto a Georges, de haberlo sabido, no se habría agachado a recogerlo. (FILMAFFINITY)
7 de marzo de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la edición del Festival de Cannes de 2009 se estrenó 'LES HERBES FOLLES' ('LAS MALAS HIERBAS'), decimoctava película del incombustible Alain Resnais, quizá el último superviviente de la Nouvelle Vague. Hemos tenido que esperar la friolera de tres años para verla en nuestros cines. Excesiva demora.

'Les herbes folles' sirve para que Resnais alcance a sus noventa años la mayoría de edad cinematográfica, aunque solo sea de forma numérica y simbólica puesto que su carácter, maduro pero alocado, es el de un cineasta incapaz de acomplejarse a la hora de dejarse llevar por el desvarío.

A su edad es normal que Resnais confíe en poquita gente para llevar a buen puerto sus completas idas de olla. No hay nada de extraño en que siga contando con Sabine Azéma, musa y esposa, para los papeles protagonistas. Nadie mejor que ella para entender el carácter excéntrico y genuino con que el director dota a sus personajes. André Dussollier, otro de sus actores y cómplices habituales, es quien lleva la voz cantante a lo largo de la historia.

La nueva película de Resnais mantiene su extraño atractivo durante más de la mitad de un metraje que sin embargo al final se hace bastante coñazo. El surrealismo mueve los hilos de una pareja protagonista cuyo comportamiento se encuentra a medio camino entre lo bizarro y lo insoportable.

Su tono cómico resulta unas veces ingenuo y otras aburguesado, pero sus verdaderas virtudes están tapadas en el campo técnico: sus rupturas espacio-temporales y algún que otro movimiento de cámara merecen toda nuestra atención. La historia en sí no tarda en ponerse pesadita, rozando a ratos lo banal y superando lo pretencioso cada vez que tira de homenajes visuales a la influencia del cine en la visión romántica del personaje masculino.

Con todo y con eso, Resnais consigue con muy poquito meternos de lleno en una historia incrédula cuyo principal gancho está en la torpeza de unos individuos que no cesan en su afán de huir y rehuir al encuentro del otro. Lo que la casualidad ha unido que no lo separe la razón.
Melón tajá en mano
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