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Voto de Melón tajá en mano:
3
Documental Tras recurrir judicialmente una sentencia que lo condenaba a seis años de cárcel y veinte de inhabilitación, el director iraní Jafar Panahi tuvo que esperar meses hasta que se hizo pública la sentencia. Documental que reproduce un día en la vida de Panahi y Mojtaba Mirtahmasb (su antiguo ayudante de dirección) y ofrece una visión general de la situación actual del cine iraní. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2012
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El iraní Jafar Panahi estuvo esperando en casa una condena que finalmente no pudo evitar: seis años de prisión y veinte sin poder hacer películas. Una barbaridad propia de un régimen despiadado contra cualquier acto público que se escape del férreo control gubernamental y que abogue por la crítica, el pensamiento y la libre expresión artística.

Panahi, hastiado de la angustiante atmósfera domiciliaria, decidió documentar esos días con la ayuda de su buen amigo Mojtaba Mirtahmas, una cámara profesional y un móvil de última generación. ‘In Film Nist’ (‘Esto no es una película’) es el título de este interesante documento cargado de duras y secas intenciones que utiliza el metalenguaje cinematográfico como puente entre el espectador y la represión del protagonista.

Sostiene Panahi la necesidad de documentar esos días y reivindica la importancia de hacer una película en lugar de contarla. Su filme es un ejercicio de ensayo ingenuo y sarcástico a modo de documental entre el testimonio y la declaración de intenciones. Puede que esté lejos de los métodos narrativos convencionales y que en algún momento podamos ponerlo en duda, pero claro que es una película porque su objetivo es contar y emocionar.

Superado el mal trago de reconocer que la primera media hora es uno de los mayores coñazos que puedan verse en una sala de cine, no cuesta reconocer que Panahi imparte una clase magistral y extremadamente nostálgica de cómo hacer cine partiendo del casi nada. Lo mejor que puede leerse entre líneas es que la represión no está solo dentro de la casa, sino también fuera. Lo peor, sin embargo, es que tarda demasiado en crear interés.

Hay que reconocer que, pese a la dificultad, consigue atrapar nuestra atención durante buena parte del metraje a través del fuera de campo y de muy poquitos elementos vivos o inertes. El plano secuencia final es una absoluta barbaridad, profundamente inteligente y rematadamente divertido. Quizá lo único redondo de una película con demasiados vértices difíciles de franquear.

Puede que ‘In Film Nist’ no parezca una película de verdad y que sin duda merezca un trato especial por el peculiar contexto de su autor, pero lo cierto es que el resultado global apenas logra mantenerse en pie durante sus pocos pero interminables minutos. El cine siempre es grande, sobre todo cuando vuela en libertad.
Melón tajá en mano
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