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Voto de Melón tajá en mano:
6
Intriga. Thriller Años 70, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. Con la ayuda de otros agentes ... [+]
20 de diciembre de 2011
37 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace tres años el sueco Tomas Alfredson dejó a medio mundo tiritando con la aterradora 'Lät den rätte komma in' ('Déjame entrar'). Luego los americanos se encargaron de hacer un remake de lo más insulso. Nada nuevo.

Como realizador, Alfredson tiene tacto. Especialmente con la cámara, instrumento que maneja de forma tan asombrosa que produce algo de rabia, por qué no decirlo. Sin ser guionista acostumbra a templar narrativas frías donde nada parece avanzar buscando que no te la puedas sacar de encima.

'TINKER, TAILOR, SOLDIER, SPY' ('EL TOPO', enésima traducción insostenible)supone un nuevo cambio en el tono de su obra: empezó en la comedia, cambió al terror y en esta ocasión apuesta por un thriller visualmente poderoso.

Alfredson pone en cada plano toda su personalidad e inteligencia. Sabe cómo, cuándo y dónde poner la cámara y nos enseña a mirar con elegancia. La sofisticación visual funciona a la perfección gracias también a una excelente dirección de arte. Dios mío, qué banda sonora, qué gustito pa' las orejas.

Lo cierto es que, pese a tenerlo todo para ser una gran película, la historia encandila por completo pese a contar con algunas secuencias del más puro cine negro. El intenso oscurantismo de la narrativa de John le Carré no es tan adaptable al cine como nos gustaría. El guión de la cinta se pierde convirtiendo pasillos interesantes en laberintos de imposible salida.

No se puede decir en absoluto que la cinta no sea entretenida. Sin embargo se hace bastante aburrida en muchos momentos, sobre todo al principio, cuando más importa por aquello del enganche. Su complejidad la hace extremadamente distante y la empatía por el conflicto de los personajes queda lejos, muy lejos. Y duele decirlo, pero no hay quien se crea al bueno de Gary Oldman, que aquí patina en la mayoría de sus escenas.

La forma en que se resuelve la trama es igual o más compleja si cabe que todo lo visto con anterioridad. El resultado final es por tanto más efectista que efectivo. 'El Topo' aspira a demasiado, haciendo que el espectador entre en conflicto y se pregunte cómo es posible no haber entendido nada en una película tan bien hecha. Será complicado que alguien se vaya de la lengua.
Melón tajá en mano
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