Un policía londinense, acostumbrado a las locuras de la gran ciudad, es envíado a trabajar a un pequeño y apartado pueblo. Los extraños hechos que comienzan a suceder perturban la tranquilidad del lugar, y junto a su compañero, deberá resolver las complicadas muertes de los habitantes, que como se verá, tienen un motivo bastante particular: la intolerancia de una secta.

Es realmente, una parodia exquisita de las películas de acción y misterio. Al principio de la película, se presenta a los personajes, sobretodo a la pareja de policías protagonista, siendo uno muy inteligente y metódico, pero el otro flojo y despistado.

Luego la intriga se adueñará en esta cinta. ¿Qué hay detrás de todas esas muertes? ¿Eran realmente accidentes o fueron homicidios? ¿Hay relación entre ellas?

Una vez que se aclare todo, la acción más endiablada invadirá la pantalla con disparos y explosiones por doquier hasta la resolución final.

Eso sí, en todo momento gozaremos de dosis espectaculares de comedia a la inglesa, sin caer en la absoluta ridiculez ni obscenidad, cosa que se agradece muchísimo.

Divertida y entretenida como pocas.