El primer capítulo puede enganchar, ser construye un contexto interesante y, hasta cierto punto, verosímil.

A partir de ahí, la serie se convierte en una consecución de situaciones absurdas, personajes incoherentes, decisiones sin ningún sentido, para llegar a un final con menos sentido aún y muy forzado, en el que se siente la pedantería del guión pensándose inteligente y sin fisuras.
No pude más que enfadarme por la perdida de tiempo que supone.

Lo mejor: que es una mini serie