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España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
8
Drama Corre el año de 1927 y Ma Rainey se encuentra grabando una nueva producción discográfica en un estudio de Chicago, Estados Unidos. La situación se empieza a poner tensa por las diferencias entre la llamada Reina del Blues, su agente y el productor. El control de su música es el motivo del enfrentamiento. Entre ellos, se encuentra el trompetista Levee, quien desea tener mayor protagonismo en la escena musical a través de un toque más ... [+]
11 de enero de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La madre del blues - Ma Rainey's Black Bottom

"Ella es víctima de la cruel pobreza y la ignorancia, pero no puedo compadecerla; es blanca". Atticus Finch

George C. Wolfe, uno de los dramaturgos con mayor éxito de Broadway, dirigió hace una par de años “La madre del blues”, una adaptación cinematográfica de la obra teatral de August Wilson estrenada en 1982. La película de Wolfe, tal como concibió Wilson la obra, refiere un episodio de ficción durante una grabación de Ma Rainey y su banda en la ciudad de Chicago.
Ma Rainey, una cantante de color, fue tal vez -junto a Bessie Smith, “la emperatriz del blues”- la más grande intérprete del género de todos los tiempos, fue conocida como “la madre del blues”, calificativo del que toma su título la película. En el 27 del pasado siglo, Rainey ya es una figura consagrada y muy popular, se encuentra en la cresta de la ola de su fulgurante carrera; en las grandes ciudades los blancos comienzan a interesarse por el blues y los estudios de grabación se la rifan sabiendo que atrapar su voz les garantiza enormes beneficios .
Es una calurosa tarde de verano de 1927. En el deprimente, sofocante y reducido espacio de una sala de grabación de Chicago, Ma y su banda se disponen a grabar su último disco.
En este claustrofóbico y mal ventilado semisótano, un drama wagneriano o el catártico canto elegíaco del sufrimiento de todo un pueblo están a punto de consumarse. Como la expresión de una amarga metáfora, Wolfe descarga toda su rabia al denunciar el intenso dolor de la minoría afroamericana sometida a la injusticia, abuso y humillación del poder blanco en EE.UU. Es el grito desgarrador de los integrantes de una raza que no encuentran cómo desahogar su ira ni el camino que les permita alcanzar la misma dignidad y derechos que, como hombres libres, les competen en una Nación de la que también son ciudadanos.
La excepcional actuación de Viola Davis y su portentosa voz recrean la exuberante figura y desbordado carácter de la contralto de Georgia Ma Rainey. Y junto a ella, Chadwick Boseman, como Levee, el trompetista del grupo, nos ofrece todo un recital interpretativo y me conmueve hasta las lágrimas en una de las escenas más estremecedoras que recuerdo cuando relata a sus compañeros un doloroso episodio de su pasado. Como si de una diabólica premonición se tratara, Boseman murió poco después del rodaje sin llegar a ver su trabajo. Un cáncer de colon segó su vida a la edad de 43 años.
Ambientación y vestuario están cuidados al milímetro, el repertorio músical es todo un emotivo homenaje a la madre del blues y la expresiva cercanía de los primeros planos nos ayudan a penetrar y comprender el alma atormentada de sus personajes. A su disposición, mis improbables lectores, en Netflix.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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