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España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
8
Drama El hijo (Lucas Hedges) de un predicador baptista de una pequeña ciudad norteamericana, se ve obligado a participar en un programa para "curar" su homosexualidad, apoyado por la Iglesia. Cuando a los 19 años Jared Eamons (Lucas Hedges) cuenta a sus padres Nancy y Marshall Eamons (Nicole Kidman y Russell Crowe) que es gay, el joven comienza a ser presionado para que asista a un programa de terapia de conversión gay, o de lo contrario será ... [+]
6 de agosto de 2019
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Identidad borrada - Boy Erased

"Sí, mis padres cometieron errores horribles que me hubieran costado la vida. Pero no puedo culparlos porque no sabían lo que me estaban haciendo". Garrad Conley

Las religiones, cualquiera de ellas, no sólo las que nos son más próximas, comparten muchas aberraciones. Y una de ellas es la de colocar palos en las ruedas a la menor señal de civilización y progreso. Sistemáticamente y a lo largo de los siglos, se han dedicado con obcecado voluntarismo a desmentir lo que la ciencia evidenciaba, ya que todo conocimiento dinamita las bases de su estrafalario artificio. Aún hoy sufrimos el yugo de una fe basada en la ficción de un dictador sobrenatural que nos ha impuesto leyes inmutables.
Vean sino la pavorosa interpretación que sostiene la falacia, otra más, de que la homosexualidad es consecuencia de un padecimiento o depravación moral del individuo. Esta insensatez no es inofensiva pues ha destruido la vida -y continúa haciéndolo- de miles de jóvenes sometidos a la fatalidad de una terapia de choque que sólo funciona en las mentes enfermizas de estos trasnochados fundamentalistas. Y de esto trata la durísima y casi insoportable “Identidad borrada”, fiel al relato autobiográfico de Garrad Conley, un joven estadounidense que con 19 años sufrió en sus propias carnes esa brutal experiencia.
¿Recuerdan aquella inquietante y turbadora película “El regalo”? Pues bien, con ella debutó brillantemente como director el actor australiano Joel Edgerton, que además se reservó un papel como actor. Y algo parecido sucede con éste su segundo largo, “Identidad borrada”, que él mismo produce, dirige, escribe y en el que interpreta al perturbado Victor Sykes, terapeuta jefe del siniestro internado en el que confinan al desdichado Jared.
Un formidable y convincente Lucas Hegdes -aquí Jared Eamons, nombre y apellido han sido cambiados-, asume el papel del auténtico Garrad Conley. En cada gesto, en cada mirada, en cada balbuceo, Hegdes te hace sentir toda la desperación, aislamiento, incomprensión y sufrimiento a los que ha sido condenado en mor de unos padres y un entorno para los que la condición sexual de esta inocente criatura supone una maldición bíblica. El papel de su padre, predicador baptista de la parroquia de una pequeña localidad norteamericana, recae sobre Russell Growe, siempre sobrio y competente para aportar fuerza y credibilidad al relato. Y por último, Nicole Kidman -a mi entender una de las actrices con más carácter y personalidad que he conocido-, demuestra, una vez más, su acreditada solvencia como la madre de Jared, un delicado papel que requiere contención, equilibrio, y que ella ejecuta con admirable hondura y profesional eficacia.
Por su incuestionable interés didáctico, esta película debería distribuirse gratuitamente para ser exhibida en escuelas, centros educativos, bibliotecas públicas y, por qué no, en todos aquellos locales que los ayuntamientos han dispuesto para disfrute de los ciudadanos. Sólo se trata de una idea que, con total seguridad, jamás verá la luz.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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