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Voto de FATHER CAPRIO:
7
Cine negro. Intriga. Thriller Abel Davos, un conocido criminal italiano, huye a Francia con su familia eludiendo así una orden de arresto y la condena a muerte. Le acompaña su fiel amigo Raymond Naldi, otro conocido criminal perseguido por la justicia. En la frontera se produce un dramático tiroteo... (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2009
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mis “coqueteos” con el “polar” francés están siendo plenamente gratificantes. Al cine de Melville he sumado ahora el de Claude Satet y el resultado es convincente a la par que satisfactorio. Eso si, hay que abstenerse de establecer comparaciones con el cine negro made in USA, porque las coincidencias son escasas y es más lo que los separa que lo que los une.

Y es que el cine francés lleva en los talones el viejo polvo de la vieja Europa. Ciertamente, la Unión Europea y los cambios sociales de finales del XX e inicios del XXI han pasado a conciencia una eficiente aspiradora que, respetando el olor de las tradiciones y de la cultura va eliminando todas esas rémoras del chauvinismo mal entendido. Pero en los talones sigue ese polvo acuñado durante siglos, dando color y textura a una piel, la nuestra, la de los europeos y la de los franceses.

Y su polar no se mueve entre sombras como el americano sino entre las brumas de Montmartre. Sus gángsters toman Pernod en lugar de bourbon. Las Vegas se vuelve Pigalle y la Libertad cambia sus carnes de estatua por su armazón de torre. Pero, mas allá de la superficialidad, los sentimientos se intensifican, tanto que hasta los criminales se humanizan confundiendo toda clase de moralinas. Y entre tanta confusión estamos dispuestos a perdonar a los asesinos y a los maleantes, porque tienen hijos, porque tienen amigos desagradecidos, porque de vez en cuando la vida les da bofetadas con repetición de la jugada. Como esas moviolas futboleras. Un bofetón “pa alante” María, un bofetón “pa atrás”.

Son personajes con pedigree, con la historia de Europa bajo la gabardina y con sangre bajo el celuloide. Delincuentes redimidos y que en la redención perdieron el honor y la vergüenza. Profesionales asalariados del delito socios del club de la buena gente. Fauna de un zoo de cristal que, a diferencia del típicamente americano no convive con sueños y paraísos sino con un Sena que siempre baja con las aguas turbias.
FATHER CAPRIO
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