Me apasiona saber que tanta gente de distintos países y diversas culturas tan distintas a la mia, parezcan ridiculizadas al lado de algo tan simple como la música, en concreto el Metal. Me declaro fan absoluto del género. Ver cómo fans, gente de otra parte del mundo, viven día a día de una forma que jamás llegaré a experimentar, pero que sienten lo que yo cuando escuchan las guitarras de Angel of Death o Fire fight with fire,o cuando escuchan esa voz rasgada en Cowboys from hell, te obliga a reflexionar lo ridículo que pueden llegar a ser las costumbres, la religión, el modo de vivir frente a algo tan propio como la música. En esos malditos 4 minutos todo eso no importa: la gente se mueve, experiementa, sienten, imaginan, gritan... de una manera sencillamente indescriptible.
Repito: ¡¡me apasiona!!