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España España · Valencia
Voto de Rubiolvera:
6
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
3 de febrero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si no eres de los que tienen un póster de Mandela colgado en su cuarto y querías saber algo sobre él, sin implicarte demasiado, esta es tu película.
Una película que ensalza orgullosamente la figura de Mandela, monumento vivo -expresión que utiliza en una entrevista John Carlin- que entre otras cosas lo que hizo es hacer bien su trabajo como político, algo que escasea en esta profesión, y razón de que se glorifique tanto. Claro, que si lo que querías es hacer una tesis sobre Mandela, pues lo mejor será que te leas una buena biografía porque en esta película no encontrarás una información muy extensa sobre él. Aunque, todo hay que decir, fue suficiente para mí.
De todas formas, quizás la idea era esa, meterte a Mandela a pequeñas cucharaditas y haciendo el avión, utilizando el formato de película F.E.D.I (Final con Evento Deportivo Importante) que quieras que no da mucho juego y ayuda a tener una base tradicional. Por cierto, esto será lo más criticable de esta película.

Me parece que Clint Eastwood es uno de esos directores que sabe tocar la tecla necesaria, en el momentos adecuado, para así inducir, fuertemente, los sentimientos en determinadas escenas. Un ejemplo, cuando se está jugando el partido final -representación de la unión entre negros y blancos- hay una escena fuera del estadio donde un niño negro se acerca a un coche de policía para escuchar el partido, aquí poco a poco el niño se va acercando ante el rechazo de los agentes, que contentos con el partido ceden amistósamente, y al final todos terminan abrazados. Esto que parece ambiguo, da un plus al sentimiento que se supone tiene que despertar el dicho partido.
Otra escena donde se puede ver como Clint retrata ideas generales con imágenes, es una del principio cuando un coche que lleva a Mandela pasa por un carretera que separa dos partes, en una hay blancos muy correctos asomados en una valla muy arreglada y en la otra hay un grupo de niños negros que chillando zarandean una alambrada destrozada; una escena que retrata perfectamente la situación del país en ese tiempo.

Para terminar solo comentar una anécdota que me hizo mucha gracia, y fue ver un cameo del Sr. Clint en el partido final, sentado entre la gente de la grada, levantando los brazos exaltado y sonriente. Con lo serio que parece.
Rubiolvera
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