En medio de un pueblo de la campiña francesa tras la guerra llegó él, el doctor Knock.

De antigua reputación un tanto licenciosa, el curioso pueblo despertará a los avances tras la jubilación de su momificado primer médico ante el asombro de todos y cada uno de los vecinos de mano de Knock, el mejor papel hasta ahora de Omar Sy, retratando un optimismo que deslumbra.

Realmente el cuidadoso retrato de todos los personajes involucrados en la historia habitantes del pueblecito sin llegar a aburrir, es más, osando Levy una muestra de gran ingenio con situaciones cómicas y diálogos propios de una parodia de barrio, la película funciona mostrando el drama atrapado dentro de cada persona.
Cuando alguien del pasado del doctor llega, se pasa al segundo acto, punto de inflexión del médico, donde su relación romántica fallida y otras muchas visicitudes llenarán la pantalla de nuevas ideas para la mejora de la medicina.

La concepción de Knock de la misma será el mayor objeto de moraleja de la película. Entre caradura y auténtico cuentacuentos, ese trasfondo de verdad tan fuerte como el mismo tiempo.
Nada podrá contra ello, el carisma del médico hará que te atrape su personalidad, tanto que la audiencia lo adarará aunque fuera un asesino en serie.

Sobresalen actores como Hélené Vicent, por supuesto señorial y divertida, seguida de Audrey Dana.
Con los enemigos, mostrados como personas cercanas, atributos como la envidia y la lucha se dejarán traslucir en esta cinta de perfil rural e hilarante que combina drama, recetas milagrosas, confianza, optimismo y buenas intenciones.