Serie que ofrece luz sobre uno de los períodos más destacables y míticos dentro de la pasada historia vikinga . La serie es sencillamente maravillosa porque se pierde en una época devorada por el mito, la superstición y la realidad histórica, a la que Michael Hirst intenta seguir lo más fielmente dentro de sus posibilidades, para hacer funcionar el show. Porque ante todo, una serie sea histórica o de aventuras, o del género que sea, tiene que entretener, no aburrir, por eso sencillamente a veces hay que resumir o contar las cosas de una manera diferente para amenizar la fiesta.
Decir que el reparto es maravilloso, con actores que bordan sus papeles. Conozco a la gran mayoría, entre ellos al verdadero alma de la serie, Ragnar, encarnado por Travis Fimmel, quien en su juventud fue un Tarzán muy mono pero un tanto cuestionable,
Clive Standen es la segunda gran apuesta junto a la bellísima Katheryn Winnick, quien es Lagertha, la primear esposa de Rangar, y el oscuro objeto de deseo de casi todos los hombres vikingos.
Lo sólido de las relaciones que se establecen son sólo una muestra del buen guión que Hirst crea para cada episodio donde siempre pasan cosas, no es de las típicas series que para ver algo tienes que esperar cien episodios. Buena acción y batallas, la coloración y la ambientación es maravillosa junto con la gran fotografía y química entre los personajes.
Presenta la dosis justa de amor, de aventuras y de pasado mítico. Hirst no se olvida de nada en una serie que va a ser muy larga porque la audiencia la acompaña, y la seguirá acompañando. Empezó con el pie derecho y cada día va a más.