Remake débil, patético y miserable de la excelente "Dinastía" de Joan Collins del 81, que gozó de la friolera de 9 temporadas con unos datos de audiencia que rompían cualquier medidor.
La saga de la familia rica y corrupta de Denver nunca había sido más bienvenida. Los Carrington, qué nombre, qué escuela dejó Joan Collins.
Todo era perfecto.
Amores prohibidos, riqueza, manteles para el té de encaje de Bruselas, diamantes de África, pozos petrolíferos, joyas de todas clases, millones, seguros de vida, asesinatos, corazones rotos, amantes de medianoche, embarazos secretos, despecho, mujeres hermosas, buenas actrices, una dirección impecable, todo se fusionaba como los átomos para producir moléculas, el público de los 80 era sorprendido, iluminado por la ostentación y las idas y venidas de la familia más poderosa de la televisión.

Y ¿ahora qué nos traen?
Una basura reciclada con algunos actores buenos, los maduritos, claro, con un cuidado vestuario, mansiones imposibles, tetas de silicona, lenguas fuera y argumento predecible. Capítulo a capítulo se sabe lo que pasará el día siguiente.
Es lamentable adivinar todo. Es una basura, que no tiene nada que ver con la auténtica y genial Joan Collins ni su familia. Es una degradante fotocopia con episodios más bodrios cada día, e interpretaciones básicas, de escuela de primero de arte dramático, cuyo único mérito es enseñar y enseñar carne y robarse los maridos y mujeres, en plan macarras ricachones. Hay poco que decir, tan solo que es lo peor que he visto en mucho tiempo y espero no volver a ver jamás. Un nuevo ejemplo de remake fallido. Que escriban cosas nuevas, ojalá fueran capaces.