Como diría Karina cualquier tiempo pasado es mejor...buscando las series españolas más entrañables de los noventa nos encontramos con la mejor de todas, "Farmacia de guardia", serie que absorvía y mostraba lo mejor de nuestra sociedad, nuestra cultura, nuestra forma de abordar el día a día en las calles y la vida cotidiana.

Nunca una serie mostró tanto con más talento como el transmitido por Concha Cuetos y Carlos Larrañaga, junto al resto del reparto inolvidable cuyos personajes no perfectos, no siendo ni príncipes ni princesas de cuento constituían la España del comienzo de los noventa.
Dosis de realismo romántico, con un halo de nostalgia personajes como Romerales o los hijos de Cuetos y Larrañaga serán para siempre uno solo, el de una serie maravillosa que batió records de audiencia y supo mostrar que lo patrio en el fondo cuando está bien hecho es grande, tal vez demasiado, tanto que deslumbra.

Fuente de risas, de llantos, de moraleja, todo en Farmacia de Guardia recordaba a un mañana mejor, a un saber ser feliz con lo que se tiene, el sentido de la familia, de la salud, de la moralidad, ojalá hubiera solo una al año que fuera como fue tantos años esta maravilla.