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España España · Asturias
Voto de barbara12:
5
Drama Al final de la Primera Guerra Mundial, el autor de libros infantiles A. A. Milne (Domhnall Gleeson) crea el mundo mágico de Winnie the Pooh. Pero el éxito internacional de los libros pasará factura al autor, a su hijo pequeño Christopher Robin (Will Tilston) y a su esposa Daphne (Margot Robbie). Todos los miembros de la familia se verán arrollados por el éxito internacional de los libros. (FILMAFFINITY)
4 de junio de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé que le ha pasado a Domhall Gleeson con este personaje.
Sí que comprendo lo que le pasa a Margot Robbie.
Admiro profundamente los papeles independientes que Kelly MacDonal escoge en su carrera, porque los hace bien, y me ha encantando el pequeño Will Tilson.

Entrecortada por las frías interpretaciones de los padres, la historia gira entorno a la figura de Christopher Robin, el niño que diera vida en la mente de su padre, AA Milne, a Winnie The Pooh. El osito, es la creación de ambos y la razón de su siempre distancia.
Medió mares entre Milne y su hijo, al igual que la no fría, sino gélida interpretación de Robbie, quien en ningún momento mostró el más leve atisbo sentimental que no fuera material. Creo que llevó a la exageración su el lado materialista de Daphne, y dejó el del desgarro como madre para el final. Quizá el papel era así, pero solo en la última escena vi lo que me esperaba de ella.
Deslumbrante en películas como "Yo, Tonya", "Focus", o "Escuadrón Suicida" aquí sin embargo luce su ambivalente e irregular tedio con los papeles de época tal y como sucedió con su personaje de Jane en "La leyenda de Tarzán". Incómoda ante un género para el que no parece nadar como pez en el agua, el más difícil, el de época como si que hace Keira Knightley, Robbie y su personaje llegan a desaparecer de la peli durante bastantes momentos en los que verdaderamente no la echas de menos, y deseas que no aparezca.

Sólidamente documentada, la vida de los creadores del osito se diezmará en un padre incomprendido e incapaz de comprender a otros, trastornado por la guerra, un hijo sin infancia y un osito sin creador, ya que nunca cogió el dinero que le generó.
Fiel a su niñera, el pequeño Christopher encontró solo al final ese descubrimiento que el espectador ve como una revelación al crecer.
Película que podía haber mostrado mucho más sobre todo de parte de Domhall, las intepretaciones quedan reducidas a simples caras de cartón mientras Christopher lo llena todo de alegría.
Es muy superior la película autobiográfica de P. L. Travis y Tom Hanks. Al menos cuenta con intepretaciones de verdad.
barbara12
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