Si es que a mi esta historia de Clarice-Hannibal siempre me ha parecido una historia de amor-obsesión, obviamente sólo por una de las partes, desde un punto de vista retorcido. La historia tras "El silencio de los corderos" continúa con el escape de Hannibal y el desfallecimiento de Starling por atraparle. Ridley Soctt crea esa atmósfera oscura y dramática, conjugación de acción-suspense que conforman esta saga. Diferente a la primera película tanto en cuanto a acción como a guión, esta cinta es esencial para comprender la extraña relación entre Hannibal y Starling. Debo decir que la elección de Hopkins es la correcta, otro mejor es imposible para este papel y Julianne Moore si bien no es Jodie Foster compone una Clarice todavía más disciplinada y autocrítica. Oldman en un personaje desfasado, muestra que el genio interpretativo va más allá de la apariencia corporal y propone un personaje atormentado y malvadamente psicológico que parece que en ocasiones envidia a Starling por el afecto de Lecter. Liotta hace lo que puede, con un papel de listillo que tiene sus consecuencias. La acción está muy bien, con un gran trabajo por parte de los extras. Todas las películas de Hannibal incluso la primera,la del origen, tiene una profunda carga dramática tras todas esas horribles escenas de agresión por parte del sádico Lecter. Los avances de Lecter a Starling no pueden ser más morbosos ni insultivos, siempre recalcándole que no tiene clase, pero aquí la ayuda. Película necesaria para completar esta saga de Lecter, que si bien no es como el libro, podemos ver dos versiones de la historia, una la de Scott y otra la de la novela. Scott, un gran director y lo que sí es que te pasas las dos horas oyendo. "Clarice, Clarice", vamos que si Lecter tuviera un loro no le aprendería a decir otra cosa. Saludos.