Éranse una vez: un noir (¡qué cursilada!), un thriller de espionaje y un fantástico adornando un sencillo cuento infantil (con bella y bestia incluidos), disfrazado (a su vez) de historia de amor (marginado) para adultos, y hasta con alguna gota (nota) de musical.

Con todo esto, a del Toro no le sale precisamente una maravilla, no. Pero sí un trabajo justificable, en el que (una vez superada la tendencia discursiva inicial), todas las piezas van encajando a velocidad adecuada para construir un atractivo mosaico con la (calculada) pericia artesanal de una vieja serie B donde antiguos (y olvidados) clichés flotan en una fascinante (cuasi-hipnótica) atmósfera de penumbra sesentera que lo cohesiona todo, convirtiendo cada trozo de este pastel en imprescindible para que toda esta especie de maquinaria ciberpunk funcione.

Excelentes los trabajos de Sally Hawkins y de Michael Shannon.

En resumen: relájate y mírala. Pasarás un buen rato.