Historia sobre cuarentonas que viajan a Haiti a beneficiarse jovencitos. El país se encuentra en un estado de pobreza y violecia lamentable. Sin embargo, las turistas se hallan en un hotel playero con bungalows, un pequeño paraiso, con sus prostitutos.

No hay pringosos juicios de valor en la película, por eso es tan buena. Detrás de cada una de las protagonistas hay existencias insatisfactorias, fracasos sentimentales, vidas secas. Los haitianos, por su parte, sufren un estado policial. El hotel es una especie de oasis. Dinero fácil a cambio de cariño o sexo. Todo parece ideal hasta que la tozuda realidad entra por la ventana.

Cinta de emociones, contrariedades y cierto fatalismo. Trama resuelta con suma elegancia. En fin, otra joyita conteporánea del país vecino.