Cuestión previa: parece que, una vez cierta cadena comercial cinematográfica se decidió a fracasar en la iniciativa de explotar sesiones dinematográficas sólo para mujeres, se ha puesto de moda el cine de 'género'.

Pero no hablo de los géneros habitualmente existentes en la filmografía. Me refiero a cine de hombres o de mujeres. En unos escasos días me he encontrado con 'Criadas y señoras', esencialmente interpretada por mujeres y con 'Tintín', donde la única mujer con un pequeño papel es la travesti cantante de ópera.

Esto me huele malamente.

A lo que íbamos, sobre 'Tintín':

Eso de utilizar a seres humanos como si fueran actores para convertirlos en sofisticados personajes informáticos sin pizca de alma o expresión, es un ultraje a la animación imaginativa e incluso a los reconocidos esfuerzos tecnológicos de 'Avatar'. El resultado en 'Tintín' es desastroso: los personajes no transmiten absolutamente nada y, para más inri, impiden imaginar al espectador. Encima, incluyen al artisteo interpretativo como si lo fuera, en los títulos de crédito.

Sobre el guión, decir que no sólo es una atrocidad consistente en refreir tres historia en una, sino que consiste en sintetizar una sarta de nimiedades al servicio de la acción. O sea, Tintín en 'Piratas de Caribe mix'. Auténtica puñalada trapera a Georges Prosper Remi, que si la añadimos a la singularidad del autor belga, deja en blanco la comprensión del inmenso personaje del comic por parte del espectador.

Dicho lo cual, sólo cabe reconocer el enorme avance del cine informático, sobre todo por lo que concierne a las secuencias de acción, aunque yo, para eso, me quedo con las filigranas llenas de espíritu del 'Cirque du soleil'.

Y la preciosa banda sonora del consagrado John Williams.

-
Ni dibujos animados, ni interpretación, ni empatía, ni fidelidad a Hergé: puro hielo informático circense [6 sobre 10]