Personalmente este documental, además de que esta muy bien hecho desde la fotografía y la edición, me encanta porque me trae muchos recuerdos de mi juventud y de la música que escuchaba (y aun escucho punks not dead), y volver a revivir lo que era la escena punk underground. Muchos de los grupos ( casi todos) era los que escuchábamos con mis amigos, y disfrutábamos de un buen pogo, muchas veces salíamos heridos, pero poco nos importaba, lo que mas nos gustaba era escuchar la música y sentir el poder del punk y la rebeldía característica de la juventud y de nuestra convicción ideológica. Un excelente documental.